Me encantan las margaritas, son unas flores nada pretenciosas, y la mezcla del color blanco y amarillo me trasmite alegría, desenfado y energía positiva.
Ahora con el buen tiempo, crecen por cualquier rincón de mi calle.
Me gusta coger un pequeño ramo, disponerlas en un sencillo tarro de cristal, y traer con ellas la primavera a casa...
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